miércoles, 2 de mayo de 2012

La investigación publicada en acceso abierto ahorra al Reino Unido 35 millones de euros en lo que aquí oficialmente se llaman “publicaciones de baja calidad”


He tenido acceso a dos informes [1] donde se pone de manifiesto que
El sector público del Reino Unido ahorra 28 millones de libras (aproximadamente 35 millones de euros) con el acceso abierto, pero las ventajas por venir son mucho mayores
Según dos informes dados a conocer el 1 de mayo de 2012 por el UK Open Access Implementation Group (Grupo de Implementación de Acceso Abierto del Reino Unido), el acceso abierto ---es decir las publicaciones académicas de Acceso Abierto, de apoyo a la investigación--- ofrece unos beneficios significativos al Reino Unido: El sector público de ese país ya, en la situación actual,  se ahorra  28,6 millones de libras mediante el uso del OA [1].
Los informes ponen de manifiesto que no solo es el sector voluntario (el de comunidades científicas, redes, etc.) el que se beneficia, sino también el sector público.
El primero porque, aunque son más las publicaciones de pago que ofrecen materiales motivadas por los claros beneficios que obtienen, ya son mayoría las organizaciones que utilizan el OA sobre las que pagan por las suscripciones. A pesar de que las revistas de suscripción constituyen la gran mayoría de las revistas que se ofrecen [2].
Pero el sector público lleva el mismo camino. Gasta 135 millones de libras al año. En este dinero se computa tanto el coste nominal de las suscripciones, como el coste estimado por el tiempo que los investigadores dedican a tratar de encontrar los artículos, es decir el tiempo de acceso a los papeles que diariamente necesitan para llevar a cabo eficazmente su tarea.  El coste adicional computado, sobre lo que supone que se necesita para buscar el material de OA, donde todo está indexado y se hace para todos los casos con los mismos motores de búsqueda estándarizados, es del 5%.  Lo cual supone un ahorro al erario público de 1,7 millones de libras. [3]
Este hecho viene avalado por la opinión de los encuestados en el informe que consideran que las dos barreras más importantes que evitan las publicaciones de OA son  los costos del acceso a la investigación (80%) y la falta de tiempo (46%). [4]
El profesor Martin Hall, vicecanciller de la Universidad de Salford y presidente de la OAIG en una reseña de las News de OAIG [8], dice:
"Estos resultados marcan un punto de inflexión en la revolución silenciosa del acceso abierto. Hay muchas buenas razones para hacer las investigaciones que efectivamente se usan sobre una base de acceso abierto, y los informes son claros en que una de las razones estriba en que el acceso abierto tiene sentido económico".
Hacer más investigación de manera que sus resultados sean libres en el punto de acceso y que sean más fáciles de buscar podría producir un ahorro significativo, pero también podría conducir a tomar mejores decisiones en el curso de la investigación sobre la base de una más amplia o de toda la evidencia disponible. En el informe se presenta el testimonio de un gestor de una unidad de investigación del Ministerio competente que señala cómo el "acceso abierto permitiría una mayor y mucho más especulativa lectura en torno al tema que le es realmente útil al investigador”. Y señala también “la importancia para una visión holística y de alta calidad con objeto de su desarrollo". [5]
Al investigador se le ofrecen, pues, mejoras para acceder a los resultados que le interesa utilizar por un lado, pero, a su vez, el OA le ofrece beneficios al aumentar el impacto de su investigación al llevar su alcance fuera de su entorno.
Estos hallazgos son especialmente valiosos en una época de austeridad.

Los informes  añaden unos nuevos datos y una nueva visión a lo que ya hemos apuntado en otras ocasiones [9], [10] y [11]

Sin embargo contrasta con las ideas vigentes e imperantes a la hora de determinar cuáles han de ser las líneas de fuerza en el desarrollo de la investigación en nuestro país, sobre todo en el plano operativo aunque también con sus repercusiones en el plano de la teorización. Me refiero ¿cómo no? a ANECA, CNEAI, CRUE, etc.

He tenido acceso a un informe de evaluación de la ANECA en un proceso de acreditación. En él se observan una serie de conceptualizaciones y de valoraciones que constituyen un ejemplo significativo de lo dicho. A propósito de las publicaciones presentadas. Pero con carácter más institucional por la propia Comisión de Evaluación que las hace suyas y las generaliza al tiempo que le confiere carácter institucional, de doctrina.
En el informe experto se dice literalmente como demérito de las publicaciones del candidado que “es autor de un número alto de publicaciones pero muy concentradas éstas en un reducido grupo de revistas de bajo impacto. Solo una de sus publicaciones está recogida en una revista indexada en el JCR”.
Se identifica pues la alta calidad, o el alto impacto, de una revista con que esté indexada en JCR, o en un repositorio "page per view",. El corolario es obvio: se califica de baja calidad a una publicación porque esté en un repositorio open access.
En el mismo informe la Comisión de Evaluación (órgano máximo de la ANECA en est eproceso,  en los “motivos de resolución” del mismo proceso señala que “La actividad investigadora del solicitante presenta carencias importantes que afectan sobre todo a la calidad y visibilidad de las publicaciones presentadas (…). En lo que respecta a las publicaciones presentadas, en concreto artículos en revistas indexadas, la producción es abundante, pero la calidad de la misma es escasa. Como señalan los expertos y subraya la Comisión, la mayoría de las publicaciones se concentran en cuatro revistas de bajo impacto”.

De esta forma el aplicar este criterio o identificación supondría en la actualidad descalificar las publicaciones científicas de universidades como Princenton (ver http://www.cs.princeton.edu/~appel/open-access-report.pdf y http://theconversation.edu.au/princeton-goes-open-access-to-stop-staff-handing-all-copyright-to-journals-unless-waiver-granted-3596). A pesar de que sí es cierto que esa identificación es todavía lo más frecuente y lo más aceptado incluso en ámbitos académicos en ciertos países, y ámbitos de cultura académica, como los nuestros.
Políticas institucionales específicas para favorecer y contemplar el acceso y edición preferente en publicaciones científicas de acceso abierto lo tienen universidades como Princenton, Southampton, Tasmania, Tecnológica de Queensland, Lieja, Zurich y  también centros de investigación internacional como el CERN.
También la tienen países, dentro de sus ámbitos de actuación con disposiciones y recomendaciones, así como la Unión Europea. En ese sentido exponemos lo que sigue que está obtenido literalmente del informe de políticas de libre acceso de Reme Melero [12]:
«La Comisión Europea pidió al  EURAB (European Research AdvisoryBoard) un informe sobre la política de open access  respecto a a las publicaciones científicas, y en diciembre se publicó, en el cual de nuevo se hacía esta recomendación:
EURAB recommends that the Commission should consider mandating all researchers funded under FP7 to lodge their publications resulting from EC-funded research in an open access repository as soon as possible after publication, to be made openly accessible within 6 months atthe latest.” 
Con esta documentación la Comisión elaboró un documento el 14 de febrero sobre el acceso, difusión y preservación de la información científica (coincidiendo con la conferencia Scientific Publishing in the European Research Area Access, Dissemination and Preservation in the Digital Age  celebrada en Bruselas los días 15 y 16 de febrero de 2007) para someter al Parlamento Europeo cuyos principios y objetivos son textualmente como siguen: 
“The Community policy on research looks to maximise the socio-economic benefits of research and development for the public good. The present Communication represents an initial step within a wider policy process addressing how the scientific publication systemfunctions and what impact it has on research excellence. It comes at a strategic moment forEuropean research with the launch of the Seventh Framework Programme (FP7) for 2007-2013 and the forthcoming Communication on developing the European Research Area(ERA).”…..This Communication's objective is to signal the importance of and launch a policyprocess on (a)access to and dissemination of scientific information, and (b) strategies for the preservation of scientific information across the Union. To this end, it announces a series of measures at European level and points to the need for a continuing policy debate.”
En el año 2005 el NIH (Nacional Institutes of Health) de Estados Unidos  también incluía en sus condiciones una cláusula en la que instaban, pero no requerían, a sus investigadores el depósito de sus trabajos en un plazo no superior a 12 meses desde su publicación.
Rrecientemente se ha aprobado en una comisión del Congreso Americano una modificación para que en lugar de recomendación sea un requisito, pendiente de aprobación en el Senado. Esta propuesta ha sido apoyada por numerosos grupos académicos entre ellos un grupo de 26 premios Nobel y rectores de universidades americanas. También está pendiente de aprobación una ley (Federal Research Public Act 2006, FRPAA) por la cual las agencias federales de investigación americanas con presupuestos superiores a 100 millones de dólares deberán hacer sus publicaciones open access (entre las cuales está el NIH). Recientemente también el Instituto Americano Howard Hughes  y la agencia federal canadiense  The Canadian Institutes of Health Research  han optado por la condición de mandato sobre el depósito de las publicaciones de sus investigadores. La Junta Rectora de los Research Councils  del Reino Unido en 2006  elaboró un documento donde se recogían sus principios sobre el acceso abierto a la producción científica»
En definitiva, un tsunami lento pero imparable que, a un plazo no muy largo, y desde los puntos más conscientes y avanzados del mundo de la investigación hasta los puntos más periféricos y resistentes, irá imponiendo por la lógica y por la eficiencia de los hechos y de los procesos la práctica del acceso abierto.
Pero mientras tanto la lentitud y la resistencia supondrá un coste, no solo económico sino personal y de recursos, con repercusiones de alcance en la recuperación y en la posición dentro del panorama de las comunidades y países en la investigación.


Los informes completos

Referencias
[1] Rightscom/Matrix Evidence (2012) Benefits of Open Access to Scholarly Research Outputs to the public sector. Research report to the UK Open Access Implementation Group, p5.
[2] NCVO/OPM (2012) Benefits of Open Access to Scholarly Research for voluntary and charitable sector organisations. Research report to the UK Open Access Implementation Group, p6.
[3] Ibid. p20.
[4] NCVO/OPM (2012) Op. Cit. p30.
[5] Rightscom/Matrix Evidence (2012) Op. Cit. p25.
[6] Ibid, p29.
[7] NCVO/OPM (2012) Op. Cit. p38.
[8] UK Open Access Implementation Group News. http://open-access.org.uk/news
[9] Zapata-Ros, M. http://www.um.es/ead/red/17/columna17.pdf
[10] Zapata http://www.um.es/ead/red/19/columna19.pdf
[11] Zapata http://www.um.es/ead/red/20/columna20.pdf
[12] Melero, R. POLÍTICAS SOBRE EL LIBRE ACCESO A LA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA Y  LA RESPUESTA DE LOS AUTORES. E-print eprints.rclis.org/bitstream/10760/10429/1/Melero-CSciencia.pdf  y es.scribd.com/doc/45617204/Melero-R-Politicas-sobre-el-libre-acceso-a-la-produccion-cientifica-y-la-respuesta-de-los-autores

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